Restauración de un
espacio urbano contaminado
La intervención convirtió un terreno contaminado y potencialmente peligroso en un entorno natural y seguro, gracias a la tecnología que encapsulo el material contaminante permitiendo la reforestación y creación de un nuevo ecosistema.
Ciencia y tecnología al servicio del territorio
El proyecto implementó por primera vez en Chile la tecnología Tecnosol para la estabilización de suelos contaminados. Modelo que permite recuperar sitios degradados, mediante el manejo físico químico del suelo. Realizando un diseño a medida para cada territorio dañado.
Innovación sustentable y economía circular
El uso de residuos industriales no contaminantes (biosólidos, materiales áridos y orgánicos) para crear suelos funcionales refleja una aplicación práctica de la economía circular, reduciendo impactos y aprovechando recursos disponibles de forma responsable.
Gestión Colaborativa
La necesidad de innovar en la gestión de pasivos ambientales generados por la minería impulsó el desarrollo de este proyecto, viabilizado gracias al financiamiento del Gobierno Regional y la colaboración de actores privados en todas las etapas de su materialización.
Valor educativo y formativo
El diseño del espacio considera senderos, señalética y contenido interpretativo que permiten el aprendizaje en terreno sobre restauración ambiental, ciencia del suelo, vegetación nativa y patrimonio minero. Es un recurso pedagógico disponible para escuelas, universidades y organizaciones sociales.
Contribución al desarrollo urbano sostenible
El Mirador se integra al tejido urbano como un espacio de contemplación, encuentro y conciencia ambiental. Aporta a la calidad de vida local, mejora el paisaje y establece un precedente replicable para la recuperación de sitios similares en zonas urbanas e intermedias.